A través de los alimentos que comemos, los libros y las revistas que leemos, las películas que vemos, todos estamos sometidos a la rígida dictadura de nuestros gustos y aversiones.
Para liberarnos a nosotros mismos de dicho condicionamiento, necesitamos aprender a cambiarlos libremente siempre que sea de interés de los que nos rodean o de nosotros mismos. Debemos elegir lo que comemos según las necesidades de nuestro cuerpo, por ejemplo, y no según lo que nos indique nuestro sentido del gusto.
La mente, a su vez, come a través de los sentidos. En ésta época de los medios de comunicación, necesitamos seleccionar muy bien lo que leemos y lo que vamos a ver como espectáculo, porque, en parte, nos convertimos en aquello que nuestros sentidos captan.
TU VIDA ES TU MENSAJE de Eknath Easwaran
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