La mejor forma de liberarnos del efecto negativo que tienen en la salud física y mental los pensamientos espontáneos y el diálogo interno es lo que en yoga denominamos Consciencia Testigo: una actitud de aceptación y observación imparcial ante las emociones, pensamientos y sensaciones. Tal actitud nos permite ser conscientes de que no somos esos eventos pasajeros y de la independencia que existe entre nuestro Ser o Yo profundo y lo que sucede en nuestra periferia. De este modo no nos afectan ni contaminan los acontecimientos internos o externos. Conservamos la libertad y la espontaneidad. Dejamos de reaccionar mecánicamente y nuestra respuesta a todas las situaciones de la vida se convierte en plena acción consciente. De entre todos los recursos que disponemos para potenciar y actualizar la Consciencia Testigo destaca el método de meditación del "Silencio Interior" (Antar Mouna) que nos ha legado nuestro maestro Swami Satyananda. Con su ayuda podemos entrenar la atención y permanecer como Testigos -no implicados- de la actividad espontánea de nuestra mente. Cuando nos sentamos a meditar estamos en una situación privilegiada para desarrollar la Consciecia Testigo y desactivar los condicionamientos de la mente. No obstante, no hay que olvidar que cuando termina la sentada, la actitud meditativa debe continuar. Hay que seguir establecidos en la Consciencia Testigo en medio del vivir cotidiano. Es así como la práctica meditativa se transforma en estilo de vida, y como la meditación se expresa en la acción y fructifica la sadhana (práctica personal). Están muy bien las prácticas que realizamos, las terapias que seguimos, los seminarios en que participamos, los textos que estudiamos, los profesores que frecuentamos. Todo proporciona equilibrio, crecimiento y despertar a la dimensión profunda de la existencia. Pero a menudo se queda sólo en destellos de despertar. En cuanto baja la alerta, vuelven la mecanicidad, los patrones de comportamiento condicionado y la avalancha de pensamientos con los que nos identificamos y a los que reaccionamos incoscientemente. En cierto sentido, da lo mismo donde vivamos y lo que hagamos. Mientras no tengamos la firme determinación de ser conscientes en todo momento de nuestro diálogo interno y pensamiento involuntario, seguiremos sumidos en el sueño. El diálogo interno es más constante en nuestra vida que cualquier actitud, práctica o método que realicemos. El despertar y la transformación profunda sólo suceden cuando actualizamos la Consciencia Testigo y nos desidentificamos y deshipnotizamos del mecánico diálogo interno. Llevar a cabo este despertar no es sólo cuestión de practicar técnicas sino de cultivar una actitud de alerta que impregna toda nuestra vida. Las técnicas nos ayudarán mucho, nos ayudarán a ir poco a poco, para finalmente establecernos en la actitud de ser conscientes en todo momento.
Swami Digambarananda (Danilo Hernández)
Yoga Journal |
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