TODOS LOS SERES HUMANOS ESTÁN INMERSOS EN LA BÚSQUEDA DE LA PAZ INTERIOR. Y, AUNQUE CONOCEN LOS CAMINOS MUNDANOS Y PUEDEN OBTENER TODO LO QUE DESEAN, SABEN QUE LO MÁS PRECIOSO ES LA PAZ INTERIOR PERO ¿QUÉ ES ESTA PAZ? ¿UNA IDEA? ¿UNA EXPERIENCIA? ¿CÓMO SE PUEDE ENCONTRAR?







martes, 30 de noviembre de 2010

Mira Bai


Palidezco. Como una hoja en otoño
He perdido el color.
No vayan los doctores:
No estoy enferma.
Nadie puede con mi secreta pena.
Una separación desgarra mi alma.
Ven. Regresa.
Que a mi lado sea tu morada.

Mira Bai, la princesa loca, nació a principios del siglo XVI en el pueblo de Kurki, en Rajasthan. Se cuenta que desde pequeña creyó ser esposa de Krishna -el maestro Perfecto del hinduismo-, que había vivido cinco mil años atrás. Aunque fué dada en matrimonio a los doce años a un poderoso príncipe, ella siempre dedicó su vida a su Señor. Su devoción era absoluta y tenía notables esperiencias místicas. Aseguraba que sentía que el Maestro bailaba a su lado y le dictaba palabras y sentencias.
Muchos aseguraban que estaba loca, mientras que para otros era una divinidad que expresaba los versos de Dios. Hubo quien la difamó, y miles que la siguieron como una Maestra. Pero las calumnias llegaron a poner su vida en riesgo: se decía que un enemigo musulmán disfrazado de devoto suyo había asistido a las reuniones de Mira y le había besado los pies. Tal deshonra era inaceptable para su esposo, que le ordenó: "¡Encuentra un río y ahógate!", como única alternativa para preservar su dignidad. Mira obedeció el mandato. Sin embargo en el momento de arrojarse al agua, Krishna la salvó y le indicó que lo abandonara todo y lo siguiera hasta Brindaban, sitio de peregrinación en honor a Krishna.
En su camino, Mira recibió el afecto y la devoción de la gente.
Tiempo después, se reencontró en Benarés con su arrepentido esposo, que vestido como un asceta la buscaba para implorarle perdón. Juntos regresaron al reino.
Mira enviudó a los veinticinco años y su hermano tomó el trono. Las envidias y las blasfemias volvieron a acecharla, pero su amante Krishna siempre la protegió.
Cuenta la leyenda que volvió a partir hacia Benarés y allí propagó la palabra del Señor hasta el momento en que sintió que era hora de dejar el cuerpo. Entonces cantó y bailó en honor a Krishna, como tantas veces lo había hecho, hasta que su imagen desapareció en el éxtasis de la danza.
Mira Bai es el símbolo de la poesía que expresa la devoción absoluta y el amor total.

Plegarias de la India (Poemas, Sentencias y Mantras)


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