El monstruo de la ansiedad

Ponerse ansioso ante según que situaciones es normal. Al menos para algunas personas. No lo es tanto cuando es excesiva. Hay estrategias para volver al equilibrio relativo.

"No cabe duda de que algunas personas sufren bastante más ansiedad y dudas que la persona media, mientras que otras sufren muy poca ansiedad y casi dan la impresión de haber nacido felices, confiadas y animadas", aclara Burns (David D. Burns, catedrático de Psiquiatria y Ciencias de la Conducta en la facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y autor, entre otros libros, de Adiós ansiedad, Ed. Pairós). Después asegura: "Los científicos no saben por qué  algunas personas son mas proclives a la ansiedad, pero está claro que en esto desempeñan un papel importante los factores genéticos y medioambientales. Quiero dejar claro lo que estoy diciendo: la ansiedad es real, puede ser dolorosa y discapacitadora.

En cuanto a tratamientos, Antonio Cano habla de técnicas farmacológicas, técnicas cognitivas, técnicas de relajación de la actividad fisiológica y técnicas centradas en la conducta. En cuanto a la toma de medicamentos explica que los ansíolíticos son un tipo de fármacos que reducen los síntomas de ansiedad rápidamente, pero "con ellos no se aprende a controlar la ansiedad. Cada vez se toman mas tranquilizantes y eso cronifica la ansiedad". En cuanto a técnicas cognitivas, "se basan en el entrenamiento del individuo para mejorar su capacidad de autobservación y autocorrección de sus pensamientos, su conducta y sus emociones. Algunas entrenan al individuo a interpretar situaciones  de una manera menos amenazante (menos ansiógena). También enseñan a identificar pensamientos negativos, errores en la interpretación de la realidad, tendencias individuales que generan ansiedad, para después enseñar a cambiar esas tendencias o procesos". En las técnicas de relajación de la actividad fisólógica se enseña relajamiento, "como disminuir la activación fisiológica, soltar los músculos, respirar correctamente, imaginar, etc". Y las técnicas centradas en la conducta resaltan la necesidad de exponerse a las situciones temidas, acercándose a los estímulos que provocan ansiedad (bajo situación de control) Jeffrey Brantley explica que tras años de investigación "los tratamientos actuales no funcionan para todos. Por esta razón, los profesionales de la salud e investigadores buscan nuevos métodos. En los últimos años los métodos de autoayuda, incluída la meditación, han despertado interés. Existe un reconocimiento de que los individuos desempeñan un importante papel en su tratamiento y recuperación. Los métodos de meditación son cada vez más utilizados en el tratamiento clínico. La literatura médica que se ocupa de la ansiedad está empezando a reflejar esta tendencia. Puedes aprender a controlar la ansiedad relajándote y prestando atención a tu vida, concentrándote en el momento presente. Los pensamientos son poderosos. Ejercen un efecto beneficioso o perjudicial en la experiencia de la ansiedad. Puedes aprender a controlar tus pensamientos y sus efectos sobre la ansiedad aprendiendo a concentrarte en el instante presente y prestando atención voluntariamente a medida que se despliega la experiencia de los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales. Quizás no seas capaz de detener o controlar tus pensamientos, pero puedes aprender a no identificarte con ellos y no creer en ellos automáticamente. Aún cuando se presentan pensamientos ansiosos, pierden su capacidad de imponerse y controlarte".

Antonio Grau, director del Programa Integral Tu Ets (http://www.tuets.com/), asegura que aprendiendo a realizar respiraciones abdominales ya disminuye la manifestación de la ansiedad. "Hay que parar, aunque solo sea diez minutos, y observarse para después empezar a cambiar actitudes. Es lógico tener dudas. Pero hay dudas justificadas y dudas distorsionadas por los filtros personales". Además el exceso de información y de tecnología (ordenador, móvil, etc.) "son estresores de nuestra sociedad", apunta también Antonio Caro. El estrés puede desencadenar una reacción de ansiedad. En estos casos, Noemí Pérez, bióloga y directora del Centro de terapias Pranayama, recuerda que el contacto con la naturaleza ayuda a descargar tensiones. "Caminar por la playa o ir al bosque va bien para recuperar un mínimo de equilibrio". Sin duda el contacto con la naturaleza es una manera de inducir el bienestar. Albert Figueras, médico investigador de las bases neurológicas del bienestar que trabaja en el Institut Català de Farmacología y autor de Pequeñas grandes cosas. tus placebos personales (Ed.Plataforma), también asegura que es primordial buscar aquellas situaciones que hacen segregar oxitocina. "Tocarnos, hablar, reír, hacer el amor, ver una puesta de sol. La oxitocina no sólo produce una sensación de bienestar, sino que cuando se segrega de forma continuada, se produce una menor incidencia del estrés, la ansiedad, la depresión, propios del estilo de vida actual".

Richard Davinson, director del Laboratorio para la Neurociencia de los Afectos, de la Universidad de Wisconsin, ha constatado que las actitudes tienen una incidencia medible en el cuerpo: puede estabilizar la función cardíaca, ralentiza la respiración, aumenta la oxigenación cerebral, relaja los músculos y un largo etc. Y Héctor González Ordi, psicólogo, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, también asegura que las técnicas de relajación "constituyen una pieza fundamental del arsenal terapéutico, especialmente por su frecuencia de uso, bien sea de forma aislada o como parte de otros procedimientos terapéuticos".

Por si acaso, Albert Figueras recuerda también una historia Zen: "MAESTRO, ESTOY MUY DESANIMANDO ¿QUE PUEDO HACER?.....ANIMAR A LOS DEMÁS". Seguro que puede proporcionar algo de bienestar.

Suplemento Estilos de Vida - La Vanguardia 06-11-2010