TODOS LOS SERES HUMANOS ESTÁN INMERSOS EN LA BÚSQUEDA DE LA PAZ INTERIOR. Y, AUNQUE CONOCEN LOS CAMINOS MUNDANOS Y PUEDEN OBTENER TODO LO QUE DESEAN, SABEN QUE LO MÁS PRECIOSO ES LA PAZ INTERIOR PERO ¿QUÉ ES ESTA PAZ? ¿UNA IDEA? ¿UNA EXPERIENCIA? ¿CÓMO SE PUEDE ENCONTRAR?







martes, 19 de julio de 2011

Shiva Rea - Yoga trance dance



- Pero no se puede escribir sobre el baile. Hay que bailar.
- Exacto. En el fondo, las anotaciones no decían mas que eso: bailar hasta el agotamiento como si fuésemos alpinistas subiendo esta colina, esta montaña sagrada. Bailar hasta que, debido a la respiración asfixiante, nuestro organismo pueda recibir oxígeno de una manera a la que no está acostumbrado, y eso hace que acabemos perdiendo nuestra identidad, la relación con el espacio y el tiempo. Simplemente bailar al son de la percusión, repetir el proceso todos los días, entender que en un determinado momento, los ojos se cierran naturalmente y que vemos una luz que viene de dentro de nosotros, que responde a nuestras preguntas, que desarrolla nuestros problemas escondidos.
[...]
-¿Sabes que he descubierto? Que aunque el éxtasis es la capacidad de salir de uno mismo, el baile es la manera de subir al espacio. Descubrir nuevas dimensiones y, aun así, seguir en contacto con tu cuerpo. Con el baile el mundo espiritual y el mundo real pueden vivir sin conflictos.

La Bruja de Portobello - Paulo Coelho

1 comentario:

  1. El baile mágico o cualquier actividad por simple y común que parezca -hasta barrer el patio de la casa por ejemplo- te permite darte cuenta que el mundo espiritual es tan real como el mundo físico y que ambos resultan siendo uno solo y el mismo.

    Sólo se trata de captar con un diferente nivel de percepción, como cambiar de canal a la TV, los diferentes "niveles de vibración" de la única realidad, que están todos sucediendo simultánea e instantáneamente "en paralelo".

    La idea de división, sólo se debe a mi capacidad limitada de percepción, porque creo en el ego, en el "yo"... que es sólo ilusión.

    De pronto me doy cuenta que el Todo y yo somos una sola cosa, no hay un "yo y lo demás".

    Y Ahora entiendo, comprendo... para darse cuenta de eso, sólo era necesario poner ATENCIÓN a todo cuanto percibo, sin detenerme, distraerme o calificar -ni por un segundo- mis propios pensamientos o emociones.

    Hay que dejarlos fluir deliciosamente. Así como aparecen desaparecen en seguida, hasta que de pronto... Ya no hay pensamientos o emociones:

    Simplemente SOY el que SOY: Uno y el Todo.

    .·.

    Rafael
    http://4aguila.wordpress.com/2011/07/12/en-silencio/

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